La ciencia detrás de la aromaterapia Blog de Young Living


En pocas palabras, cuando se huele el sistema límbico, el cerebro libera neuroquímicos únicos que desencadenan una variedad de reacciones. Esto se debe a que la estructura del sistema límbico puede afectar el estado de ánimo, la memoria, la cognición, el comportamiento y las emociones. Examinemos algunas de esas estructuras.

Probablemente hayas escuchado esa palabra Amígdala Antes, ¿recuerdas lo que era? La amígdala, que se encuentra en el complejo sistema límbico del cerebro, es una masa en forma de almendra que maneja las reacciones emocionales, especialmente las reacciones negativas como el miedo y el asco. Piense en ello como un farero que envía una advertencia cuando ocurre una situación peligrosa. También secreta hormonas y ayuda a regular la memoria.

Otra parte importante del sistema límbico se llama hipocampo. Esta pequeña joroba es como un bibliotecario en nuestro cerebro. Indexa, archiva y busca en nuestros recuerdos (¡probablemente mientras usa un pequeño suéter!). También ayuda a formar la memoria a corto y largo plazo.

El hipotálamo es otro diagrama útil del sistema límbico. Esta parte de nuestro cerebro es un ingeniero que sigue ejecutando gran parte de nuestro sistema. ¿Temperatura corporal? ¡El hipotálamo está encima! ¿Regulación del sueño? Tiene tu espalda. El metabolismo, la adrenalina y las hormonas también forman parte de esa descripción de trabajo. Es el centro de emociones importantes y controla las moléculas que te hacen sentir alegre, enojado o infeliz. ¡Algunos incluso piensan en este hombrecito como el epicentro de la conexión entre la mente y el cuerpo!

Imagina todas estas poderosas partes del cerebro trabajando juntas para procesar olores. Tal vez pan recién horneado o hierba recién cortada. Es por esto que los olores pueden provocar una experiencia que se ha olvidado en un abrir y cerrar de ojos. De hecho, algunos estudios han demostrado que los olores provocan un recuerdo emocional más intenso y vibrante que las fotografías. Es por eso que la ciencia detrás de la aromaterapia es tan poderosa. Todos los días, nuestros cerebros usan aromas para hacer millones de cosas asombrosas complejas y poderosas.

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Cómo utilizar los aceites esenciales para la aromaterapia

Eso es todo por la clase de ciencias de hoy. Es fácil llevarse las llaves a casa, así que no se preocupe si pierde sus tarjetas didácticas. El olor es fuerte. Afecta el sistema límbico del cerebro en todo tipo de formas. El estado de ánimo, la memoria, la cognición, las emociones y el comportamiento se ven afectados. Esa es toda la ciencia de la aromaterapia con la que realmente necesitamos empezar.

Entonces, ¿con qué aroma quieres empezar? El aceite de la tierra, el aceite de madera, el aceite de frutas, el aceite de menta, el aceite floral, etc. están disponibles. También existen aceites especiados, aceites cítricos, aceites de resina, aceites de alcanfor y aceites herbáceos. Debido a que todos tenemos diferentes emociones y recuerdos, cada uno de estos aceites tiene un efecto ligeramente diferente en cada persona. Sin embargo, cada uno de estos tipos de aromas generalmente ofrece los siguientes beneficios y efectos:

El petróleo del suelo a menudo se considera que está conectado a tierra, estabilizado, tranquilo y duradero. El vetiver es un aceite del suelo que generalmente se difunde a la hora de acostarse y llena la habitación con un aroma relajante.

Los aceites amaderados tienen un aroma que a menudo se piensa que es central, estable, fortificado y fortalecedor. Northern Lights Black Spruce es un buen ejemplo de un aceite leñoso popular para usar en sesiones de meditación.

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